Tus latidos se acaban, ya quedan menos. Los oigo cada vez más débiles, me esperan, me llaman... me reclaman tu último aliento.
Quieta, fría, pálida y frágil, te deshaces a cada segundo. Te alejas cada vez más.
Siento que acaba, tiemblo y me estremezco...llega la hora de verte de nuevo, verte por primera vez.
Oh preciosa mia, echaré de menos tu calidez, tu humanidad enloquecedora.
Un latido más... ya quedan menos
Sigo aquí contigo, sostengo tu mano, sostengo tu alma...me resisto a que se marche. Cada vez más bella, tus golpes se evaporan, se alejan y dejan vislumbrar a la más bella de las damas.
Uno más, un latido más...ya quedan menos
Sigo esperando, porque sin ti estoy perdido, porque sin ti estoy vacío. El tiempo que quiero pasar contigo no se puede medir.
Hasta que tu corazón deje de latir... abre los ojos bella mía, las puertas de la eternidad te esperan, con tu último latido.




Tan sólo han pasado unos días desde que vi la nueva entrega de la Saga Crepúsculo: Amanecer y como manda la tradición, no podía faltar mi comentario sobre el film. Empezaré reconociendo que estaba un poco nerviosa y expectante, tenía muchas ganas de ver en pantalla lo que mi cabeza se había imaginado cientos de veces. Entré en el cine con ilusión y con ganas de disfrutar, salí feliz pues mis expectativas se habían cumplido con creces.
Bill Condon es el maestro de ceremonias, el final de la Saga ha recaído en sus manos y con esta primera parte del "principio del fin" nos adentra en todo un mundo de fantasías, puro romanticismo y melancólica delicia. Su dirección no podía haber sido más acertada, brilla con cada fotograma y mantiene al espectador en un estado casi perfecto. ¿Me arriesgaría mucho si digo que estamos ante el mejor de todos los directores que han pasado por la Saga? Probablemente...pero no quiero olvidarme de la pionera Catherine Hardwicke, ni de sus antecesores Chris Weitz y David Slade. Todos ellos han aportado su pequeño granito de arena y han echo brillar en la gran pantalla a todo el clan crepuscular.
Toda adaptación literaria tiene sus riesgos y más si hay todo un séquito de fans enloquecidas que quieren "leer" el libro en la pantalla. Con Amanecer corrían el riesgo de quedarse cortos, ya que es el libro más extenso de todos. Así que los lumbreras de Hollywood tuvieron la idea de dividirla en dos para no dejarse nada en el tintero y plasmar lo mejor posible la fantasía de Meyer. Claro que el beneficio económico se duplica y eso no viene nada mal... Habrá que esperar a noviembre de 2012 para disfrutar del auténtico desenlace. ¡Lástima que la espera sea tan larga!

Al reflexionar sobre la película miles de ideas se agolpan en mi cabeza, trato de ordenarlas y darles sentido, y esto es lo que consigo.
Amanecer y toda la Saga que la precede es algo más que una película para adolescentes, se equivocan todos aquellos que piensan que estamos ante unos films cuya temática principal es la fantasía, los vampiros y los hombres lobo. Ellos son el decorado de una de las más bellas historias de amor jamas contadas. Suena cursi, pero no puedo evitar que se me erice el vello con cada frase del señorito Cullen. Sus personajes, sus vidas, sus conexiones hacen que la historia cobre vida y atrape al lector/espectador. La protagonista no es más que el reflejo de un ser perdido, una adolescente insegura que busca su lugar en el mundo. Porque no hay nada más bello que encontrarte y encontrar a quien te complementa, aquel con el que quieres unirte de todas las maneras humanamente posibles. Reflejo de esta idea es la frase que Edward Cullen dedica a su esposa:

"Es algo extraordinario conocer a alguien a quien abrir tu corazón y que te acepta como eres, he esperado lo que parece ser un tiempo muy largo para asumir lo que soy, y con Bella siento que por fin puedo empezar, así que quiero proponer un brindis por mi hermosa esposa, el tiempo que quiero pasar contigo no se puede medir, empecemos con un para siempre".
Después de que él hable se produce un silencio sepulcral, sentencia y enamora con cada frase.

Os invito a verla, disfrutarla y apreciarla como se merece. No os dejéis llevar por los prejuicios y estar atentos porque cuando menos lo esperáis os enamora. Con una tierna sonrisa, con un cómico diálogo, con una lucha encarnizada, con un roce estremecedor, con esos besos que duelen y enloquecen. Os agradecería que busquéis, rebusquéis dentro de vosotros y seguro que encontráis esa parte que disfruta y se deja llevar, os sorprenderá...