Existimos mientras alguien nos recuerda y no somos nada sin ello. El recuerdo de lo que somos, lo que fuimos y lo que seremos nos mantiene vivos y nos permite aunque sea con un leve roce, alcanzar la felicidad. Pero para que haya recuerdo antes debe haber habido vida, algo que contar y dejar como legado. De eso se trata, de hacer que cada día sea el último, aprovechando cada oportunidad y haciendo cada momento único. Puede sonar tópico, pero de eso están llenas las moralejas…durante siglos el ser humano ha sido un ser incomprendido al que continuamente se le han dado lecciones de vida, se le ha dicho cómo actuar y cómo sobreponerse ante las adversidades. Y sí, me gustan los tópicos, no me canso de ver, leer y escuchar historias plagadas de moralejas que te hacen reflexionar y ser consciente de quien eres. Somos débiles y nuestro cerebro se enfría con facilidad, es recomendable que haya alguien que de vez en cuando te recuerde lo importante que es vivir el momento. Una vez más el cine es una herramienta magnífica para recordar.


Remember me (Allen Coulter) nos presenta a Tyler (Robert Pattinson) un joven neoyorquino de 22 años, su vida parece no tener sentido, se encuentra perdido y sin rumbo. Las circunstancias familiares no ayudan a que su estado emocional mejore, pero el destino acaba uniéndole a Ally (Emilie de Ravin). Juntos se apoyan mutuamente y comparten sus angustias, juntos descubren que pueden alcanzar la felicidad tan ansiada y que les parecía tan lejana. Hasta aquí todo parece normal, chico conoce a chica, chico se enamora de chica…y como no, algo ocurre para que la cosa se tuerza y lo bonito no lo sea tanto. ¿Pero qué diferencia a este film de otros dramas románticos? Sin querer desvelar nada al espectador, diré que todo es diferente, cada diálogo, cada escena están cuidadas milimétricamente para hacer llegar un mensaje al público. Su estética navega entre la melancolía propia de unos personajes atormentados y la fugaz felicidad que hace despertar emociones. El momento chico pringado de espaguetis no tiene precio…




Más allá de la historia de amor, Remember me nos habla de la vida, de lo importante que es disfrutar de cada momento. La familia juega un papel fundamental en el film, sobre todo destacar la complicada relación padre e hijo. Ambos luchan el uno contra el otro, sin saber que lo importante no es lo que les separa si no lo que les une.
Con un elenco de actores del todo acertado y tras casi dos horas de película, sales del cine con un sabor de boca entre amargo y dulce. Sientes pena, melancolía y un nudo en el estómago que te recuerda que debes estar agradecido por cada segundo de tu vida. Sientes que no sirve de nada lamentarse, lo verdaderamente importante es apostar por tus ilusiones y dejarte llevar por ellas, no desperdiciado oportunidades y sintiendo que todo lo que has hecho ha valido la pena. Echar la vista atrás no sirve de nada, enfrentarte a tus miedos y superarlos es lo que te hace libre.
Porque nunca se sabe cuando un meteorito nos impedirá disfrutar de la parte que más nos gusta de la cena, el postre...




"Alguien ha estado tratando de decirme algo. Haz que lo tuyo sea tuyo para siempre...
Estoy trabajando en la parte de Para Siempre" Tyler (Robert Pattinson, Remember me)