Ganadora de 6 Oscars de la Academia. Mejor Dirección (Kathryn Bigelow), Mejor Guión Original (Mark Boal), Mejor Sonido, Mejor Efectos Sonoros, Mejor Montaje y Mejor Película En Tierra Hostil (The Hurt Locker).
La competencia era dura, los navi´s de James Cameron corrían veloces hacia el éxito. Pero a última hora y sorprendiendo en todas las quinielas, la señorita Bigelow arrasó el universo de Pandora.


Irak. Sumido en el caos de la guerra, un escuadrón de artificieros del ejército USA debe actuar en una ciudad en la que cada persona es un potencial enemigo y cada objeto una posible bomba mortal.

Esta no es otra película bélica, donde los soldados americanos son héroes, valientes, fuertes y decididos a luchar para defender su patria. Y es que estamos acostumbrados a ver la guerra como un fin necesario para la paz, necesario para que los niños se conviertan en hombres. El espíritu patriótico y el afán de liderazgo quedan a un lado… estamos ante una visión destructiva y nefasta de la guerra. En palabras de la directora “no existe la redención, no hay ninguna lección moral que aprender. La guerra es una tragedia y punto. En ocasiones, el cine bélico se ha visto contaminado por una cierta apología de la violencia, como cuando se cuenta la historia de chicos a los que la guerra transforma en hombres”. ¡Amén!

En tierra hostil se adentra en un mundo de vacios y soledad, donde lo importante son las personas. ¿Qué pasa con esos soldados sometidos a una presión continua y desmesurada? ¿Se les prepara para la guerra o estando en ella se piensan que es un juego donde ganar y no sobrevivir es lo que importa? El sargento y artificiero William James (interpretado por Jeremy Renner) es un claro ejemplo de soldado perdido en la batalla. Necesita la adrenalina que le proporciona el verse ante una bomba para sentirse grande, pleno y satisfecho. Su droga, su enganche es la guerra… Al principio de la cinta parece ajustarse perfectamente al arquetipo de héroe, audaz y temerario. Sin embargo, a medida que avanza la acción te das cuenta de que se trata de un hombre atrapado en una espiral de violencia adictiva. Y para sobrevivir a esa situación debe anular todo lazo sentimental con la realidad.
Mark Boal, guionista de En tierra hostil, explica que el origen de la película se encuentra en la tres semanas que pasó en Irak como periodista de Playboy, acompañando a un equipo de artificieros. “Cuando volví de Irak, mi vida cotidiana me parecía vacía, plana, en comparación con la sensación de peligro constante que vives en el campo de batalla. Esa sensación es una verdadera condena para los soldados, es lo que hace de la guerra una droga”.

Es difícil describir la sensación que despierta el film, mezcla entre tristeza, asombro y realidad. Sales del cine pensando que has visto y sentido una guerra, durante unas horas has formado parte del escuadrón de la muerte y has presenciado todo tipo de barbaridades. Sientes que lo que has visto es real y que probablemente ahora mismo haya algún soldado temiendo por su vida, saliendo cada día al campo de batalla pensando que puede ser el último, sabiendo que no hay nadie en el mundo al que le importe una mierda si vive o muere (salvo sus padres, son la excepción). Ese soldado si consigue salir con vida, debe enfrentarse con una vida llena de recuerdos bañados en sangre. Debe despertar cada día y dejar a un lado las pesadillas para seguir caminando… Debe contemplar como pasan los días en el más absoluto de los aburrimientos, la adrenalina ha desaparecido, nada le llena, nada le motiva, nada le convence. Su mente sigue allí, entre muerte y destrucción.